Finalmente se observa que es justamente en estos países con el mayor grado de riqueza, cuando la actividad emprendedora inicial repunta nuevamente. Una explicación clave sobre esta tendencia se encuentra en las diferencias entre el nivel de emprendimiento basado en necesidad y oportunidad y el nivel de ingreso nacional. Al respecto, se considera emprendedores por necesidad aquellas personas que básicamente son auto-empleadas debido a que no tienen mejores opciones para trabajar
Dicho en otras palabras, que deciden empezar un emprendimiento con el objeto de generar un ingreso para
ellos y sus familiares. Contrariamente, los emprendedores
por oportunidad eligen iniciar un emprendimiento impulsados por la oportunidad, aun cuando ellos tienen otras
posibilidades de empleo. En esta línea, el GEM indaga
la motivación que tienen estos emprendedores: si ellos
buscan mantener o incrementar sus ingresos, o si desean
independencia en las actividades que desarrollan. El emprendimiento impulsado por la necesidad, principalmente
el autoempleo, tiende a ser mayor en la proporción del
TEA en las economías con menor desarrollo. Los sectores
de servicios al consumidor, la agricultura y los sectores
extractivos dominan en estos países y existe mayor demanda por empleos que el que los empleadores pueden
proporcionar. Consiguientemente, mucha gente debe
crear sus propios empleos para generar su ingreso. Numerosos pequeños emprendimientos prevalecen en estos
países.
Con el mayor desarrollo surge una mayor estabilidad macroeconómica y política y el crecimiento de los sectores
productivos. Paralelamente, se fortalecen las instituciones
que organizan y guían el funcionamiento de la sociedad y
de su economía. Un cambio empieza a ocurrir, en el cual
la dependencia sobre normas comunes de comportamiento son reemplazadas por un sistema legal y regulatorio
transparente y respetado. La industrialización y las economías de escala propician el surgimiento de empresas
más grandes y estables que son capaces de abastecer
las demandas de los crecientes mercados, aumentando
de esta manera su rol en la economía. Acompaña a todo
esto la expansión de la capacidad de generar empleos,
permitiendo a su vez que más gente pueda encontrar empleo estable en plantas industriales de gran capacidad.
Como resultado de este proceso, declina la proporción
de emprendimientos por necesidad. Al mismo tiempo, la
mejora de la riqueza nacional y el desarrollo de los requerimientos básicos para progresar (infraestructura, estabilidad económica, educación) permite prosperar a los emprendimientos basados en la oportunidad. Sin embargo,
el predominio de las grandes empresas también lleva a
un disminución global en el número de nuevas empresas.
A nivel de las sociedades más prósperas, las personas
cuentan con requerimientos básicos y potenciadores de
eficiencia sofisticados (infraestructura, educación escolar y superior, eficiente funcionamiento de los mercados,
mercados financieros desarrollados, etc.) pero además
cuentan con financiamiento para emprendimientos, mercados accesibles, conocimiento y acceso a tecnologías
y otras condiciones específicas del ecosistema para emprender. Por tanto, en el extremo derecho de la Figura
2-2 el rol del emprendimiento aumenta, debido a que más
personas pueden acceder a los recursos necesarios para
empezar su propio emprendimiento, alentados por un entorno intensivo en conocimiento y con abundantes oportunidades de esta naturaleza.
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