martes, 10 de septiembre de 2013

Actitud y percepción ante el emprendimiento

Las actitudes y el comportamiento de una persona están directamente influenciados por las percepciones que posee (Brief, 1998). Estas percepciones además definen en gran medida la realidad que las personas experimentan en sus vidas y, por tanto, explican sus comportamientos y expectativas. Por esta razón, la literatura sobre el tema de la actitud emprendedora busca explorar los temas de percepción y actitud de las personas vinculadas al mundo del emprendimiento, con el objeto de entender mejor esta dimensión y su relación directa con el comportamiento emprendedor.
El estudio de cómo las percepciones pueden afectar la actividad emprendedora, se lo puede realizar tanto desde la perspectiva de la oferta como de la demanda de emprendimiento. Por el lado de la oferta, es decir de los emprendedores potenciales, las percepciones incluyen tanto el deseo como la habilidad percibida para transformarse en un emprendedor (Davisson, 1991). Desde la perspectiva de la demanda, es decir el "espacio disponible para emprender", existen diversas variables que influyen para ello, tales como la existencia de oportunidades pero además las posibilidades que los emprendedores "perciben que existen" para iniciar un nuevo negocio. La cantidad y calidad de las oportunidades percibidas pueden ser reforzadas por condiciones nacionales tales como el crecimiento económico, el crecimiento de la población, la cultura, y la política nacional en materia de emprendimiento.
Pero adicionalmente existen otras variables que afectan la percepción hacia el emprendimiento. Por ejemplo, en la medida que las personas en un país ven numerosos emprendedores "exitosos" en su entorno cercano, esto puede reforzar su percepción sobre sus propias capacidades para emprender, aún sin que haya mediado un reforzamiento directo de las mismas.
Por otra parte, el tener una percepción positiva sobre el emprendimiento, no significa que necesariamente la persona se involucrará en una actividad emprendedora. Existen numerosos factores que son evaluados en relación a su persona, en forma consciente o no consciente, antes de emprender, tales como el "costo de oportunidad e grado de aversión al riesgo, la edad o salud o el antes institucional disponible. Por ejemplo respecto al costo DE oportunidad, las personas comparan los retornos posibles del emprendimiento con los retornos que proporciona UN empleo seguro. Aun en el caso que los retornos esperados del emprendimiento sean mayores, el grado de riesgo que éste parezca implicar puede llevar a no asumir LA decisión de emprender. En este sentido se ha encontrado que el grado de aversión al riesgo puede ser un factor significativo en la decisión de emprender (Khilstrom y Laffont, 1979). La edad y los costos asociados al cuidado de salud también pueden afectar en la consideración de premios o riesgos a la decisión de emprender. Estos factores de evaluación son particularmente válidos para los emprendimientos basados en oportunidad, pues cuando el emprendimiento se lo realiza por necesidad, no existe otra opción para ganarse la vida y los factores de evaluación dejan de tener la relevancia anotada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario